Yo crecí en el lugar más maravilloso del
mundo: La Aguedita. Es un barrio de casas adosadas (dúplex para los que viven
en América), con una única salida/entrada hacia una calle principal, que lo
hacía muy seguro para los niños. Allí éramos libres. Había dos parques, con árboles donde subirse, espacio para jugar lo que se quisiera y como la calle solo tenía el tráfico del barrio, era nuestra para montar bicicletas, patines, inventar con lo que se nos ocurriera... Todo eso es para otra entrada, pues hay material y recuerdos de sobra.
La asociación de vecinos organizaba
fiestas y actividades para todas las ocasiones y, como buenos dominicanos, celebrábamos las fiestas dominicanas y las extranjeras (aprovechamos todas las
ocasiones para hacer una fiesta). Una de las más especiales para mí era la
de Halloween.
La asociación de vecinos enviaba una carta a todas las casas
avisando que los niños pasaríamos disfrazados a recoger dulces. A eso de las 8
de la noche del 31 de octubre, brujitas, fantasmitas, calabacitas, diablitos,
gatos y demás personajes "macabros" y típicos de la ocasión, salíamos a recoger dulces por el barrio.
Todos invitábamos amigos o primos de fuera del vecindario, llegando a ser más
de 50 niños. Muchos de los vecinos decoraban las casas con calabazas, figuras
de brujas, calaveras y fantasmas. Era una noche mágica.
Cuando terminábamos de recoger dulces íbamos
al "parquecito", preparado para la ocasión por nuestros padres, con
velas, más calabazas, telas de araña... a contar y recontar los dulces
recolectados y, a darle envidia a los rezagados que llegaban tarde, con las cosas que se habían perdido.
En honor a mi calabaza de halloween (de
plástico, en la que hice mi recolección de dulces muchos años) he decorado estos cupcakes
de mantequilla de cacahuete con frosting de chocolate con leche. Es una receta ideal para
cuando tu público esta compuesto tanto por adictos al chocolate como por menos fans del
chocolate.
La decoración de las fotos es de fondant, que
cuando empiece con la sección de tutoriales incluiré algunas nociones de cómo
trabajarlo, inspirado en imágenes de Mio Cupcakes (Australia), del libro 1000 Ideas for
Decorating Cupcakes, Cookies & Cakes, de Sandra Salamony & Gina M.
Brown, Quarry Books; y la receta de The Essential New York Times Cook Book, de Amanda Hesser, W.W. Norton & Company (está en inglés, pero es MUY recomendable este libro). Ahora...
¡Manos a la obra!
Cupcakes de Mantequilla de Cacahuete con Frosting de Chocolate con Leche
Ingredientes para los Cupcakes (24 cupcakes Aprox.)
3 Tazas de harina
1 Cucharada de polvo de hornear (Royal, levadura en polvo en España)
1/4 Cucharadita de sal
170 Grs de mantequilla
1 1/2 Taza de azúcar
1/2 Taza de azúcar morena
1 Taza de mantequilla de cacahuete
4 Huevos
1 Taza de leche
Ingredientes para el Frosting
3 Tazas de azúcar glas
2/3 Cacao en polvo
375 Grs de mantequilla
1 1/2 Cucharadita de vainilla
6 Cucharadas de leche
Preparación
Calentar el horno a 180ºC. Preparar un molde de cupcakes con moldes de papel.
Acremar la mantequilla en un bol grande con la batidora de barillas (o la batidora de mesa), o a temperatura ambiente durante una hora (o media si es un día de calor), montar con los dos azúcares hasta que aumenten su volumen (cinco minutos aproximadamente). Incorporar la mantequilla de cacahuete y seguir batiendo hasta que se hayan mezclado bien. Añadir los huevos uno a uno. Con una espátula despegar los bordes del bol para que todos los ingredientes se mezclen bien. Incorporar el harina y la leche en tres partes, empezando y terminando con harina. La última incorporación de harina hazla con una espátula a mano, pues con la batidora se corre el riesgo de batir más de lo necesario y tendríamos unos cupcakes duros.
Rellenar los moldes de cupcakes que hemos preparado con la masa ayudándonos con dos cucharas o con una cuchara de servir helado. Hornear durante 18-21 minutos (cada horno es distinto). Dejar enfriar completamente en una rejilla para poder decorarlos posteriormente.
Para hacer el frosting necesitamos la mantequilla acremada (textura de pomada), para ello la podemos dejar acremar a temperatura ambiente durante una hora (o media si es un día de calor) o con la batidora de varillas como hicimos para los cupcakes. Tamizamos el cacao y el azúcar glas y lo batimos junto con todos los demás ingredientes hasta que se haga una crema suave.
Con este frosting podemos cubrir los cupcakes con una espátula, o con una manga pastelera si la tenemos. En caso de decorar con manga pastelera usamos una boquilla con forma de estrella (yo usé la 1M de Wilton) y decoramos a nuestro gusto. Podemos añadirle fideos de colores o cualquier otra decoración encima como he hecho con las calabacitas de fondant.
¡A comer!
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