Ayer mi casa quedó tomada por el olor de chocolate de esta mousse. Esa sensación de que todo estaba arropado por el olor del manjar de los dioses me hizo pensar en Brujas.
Visité esa pequeña ciudad belga un domingo nublado y fresco de final de primavera. Desde que empecé a caminar por sus callecitas, con la luz especial de ese día, sentí que me encontraba dentro de un cuento. A medida que nos acercábamos a la Plaza Markt el olor a chocolate era cada vez más fuerte. Sentía como si rondara por la ciudad como un fantasma, que se metía por debajo de las puertas y tomaba la ciudad con su aroma.
El secreto de tal deliciosa inundación quedó desvelado pronto. Todas las chocolaterías de Brujas! En Bruselas hay muchas y buenas, pero no consiguen esa atmósfera que se respira en Brujas. Además de producir de los mejores chocolates del mundo, hacen figuras impresionantes e ilimitadas, y tomando la ciudad como suya.
El chocolate es hechizante y el mejor remedio para el aburrimiento, por eso ayer me relajé y dejé que el chocolate tomara mi casa.
Para Ire, que este no necesita horno...
Mousse de Tres Chocolates (Receta de "La Mejor Cocina - Chocolate - Parragon 2004)
Ingredientes
3 Huevos
1 cucharadita de maizena
50 gr. de azúcar glass
300 ml de leche entera
1 sobrecito de gelatina neutra en polvo
3 cucharadas de agua
300 ml de nata para montar
75 gr de chocolate negro
75 gr de chocolate blanco
75 gr de chocolate con leche
Preparación
Forra un molde rectangular (de los moldes de pan/loaf pan) con papel de horno. Normalmente fijo el papel de horno con fiso (tape), pues debe quedar bien forrado, de lo contrario cuando vayamos a desmoldar se puede quedar pegado. En esta ocasión el papel de horno que usé no se pegaba al fiso y opté por fijarlo con mantequilla. Si lo fijas con mantequilla asegúrate que a la parte del papel de horno que estará en contacto con la mousse no tenga nada de mantequilla. Como este es un punto tan delicado aquí os dejo una foto de mi molde forrado.
Separar la clara de las yemas, poniendo cada clara en un bol distinto, pues las usaremos por separado. En un bol grande batir a mano con la barilla las yemas, el azúcar y la maizena. Calentar la leche sin que llegue a hervier y vertirla, sin dejar de batir, en la mezcla anterior.
Colocar el bol sobre una olla con agua caliente (baño maría) a fuego lento. Remover constantemente con la barilla hasta que tome consistencia espesa. Este paso tarda cerca de 10 minutos, según cómo tengas el fuego. Aquí lo importante es no dejar de mover para que no cuaje con grumos.
Espolvorea la gelatina sobre las tres cucharadas de agua en un bol resistente al calor y dejar que se esponje. Colócalo sobre agua caliente (baño maría) hasta que se disuelva, por unos segundos. Incorpórala a la crema de yemas aún caliente y mézclalo bien. Déjalo enfriar.
Cuando la crema esté fría, monta la nata (yo lo hice con la batidora eléctrica de barilla). Incorpórala a la crema y después divídela en tres parte iguales. Derrite primero el chocolate negro (si quieres que te quede arriba) y añádelo a una de las partes de la crema. Bate una clara de huevo a punto de nieve (esto también con la batidora eléctrica de barilla, pues no soy capaz de subir las claras a mano), e incorpórala a la crema con una espátula con movimientos envolventes. Vierte la mousse en el molde y alisa bien la superficie. Llévala a la nevera hasta que cuaje (20-30 minutos). Repite este proceso con los otros dos chocolates.
Conserva la mousse en la nevera hasta que cuaje.
Para servir, antes de desmoldarla, con mucho cuidado, separa el papel del molde, así cuando le des la vuelta para colocar en el plato, no se quedará pegado al molde. Puedes decorarlo con virutas u hojas de chocolate.
A disfrutar de la Mousse de Tres Chocolates!
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